Poesía impura
Cuando pienso en la poesía, mi poesía altiva,
No puedo evitar una lágrima de descontento
Y de desconcierto, pues en mi poesía
Solo hallo la superficialidad de un momento
De placer con una fogosa prostituta;
Claro, hay buenas prostitutas que te marcan,
Que te alegran, que te entristecen, que te callan.
Del zapato nuevo que una vez te regalo la vida puta,
Ya no queda nada, quizá veas la planta de plata ornamentada,
Pero nada queda, no queda absolutamente nada.
Algunos aprovechan el primer calzado, lo limpian,
Le dan brillo, y al final del día tienen unos bellísimos tacones
Que lucen y dilucidan en silencio, y alegran y se alegran
De haber encontrado el instante preciso, y buenos pantalones
Para sus buenos zapatos de versos de rimas asonantes.
Sin embargo, mi poesía y yo no nos hemos unido,
No hemos encontrado las musas Cupido
Que nos inviten a amarnos, a besarnos lentamente,
A mirarnos como lujuriosos amantes…
Aunque a veces me da un beso en la mejilla:
Un fugaz momento de ardor que funde, incesante,
Mis sueños de grandeza y, como arcilla,
Convierte en sueños logrados mis deseos fervientes.
No. No somos las dos caras de un amor adolescente,
Tan sólo nos miramos con ojos glaucos y llenos de amistad;
Con frecuencia, le pido más, quiero más que besos inocentes;
Pero comprendo al instante que donde no hay, no hay;
Ella no me ama; lo sé, pero ¿y qué? No lo acepto.
No quiero llamar a las palabras vacías, los meros conceptos;
Quiero darles vida, hacer de ellos, robustas imágenes,
Arte vivo, con alas doradas como altos querubines.
Por eso, poesía, te llamo, te deseo con purísima lascivia,
Pero tú, en cambio, me das palmadas en la espalda
Cuando te obligo a besarme en la boca; Envidia.
Siento, entonces, una roja y dentada espada
En mi corazón débil y disgustado, lleno de locura,
Y a mis labios acuden las palabras “poesía impura”.
1 comentario:
Dura autocrítica, ¿no crees? pero toda una declaración de lo más pura a mi entender.. para mí la poesía sólo responde cuando el alma se sobrecoge por un latigazo de la vida.. todo es la pasión y el deseo que seas capaz de sentir en cada instante.. Y un don de sensibilidad que se le regala a todo poeta que se siente como tal..
No hay receta ni normas, sólo hay que romper los propios prejuicios..
Sigo atenta a tus escritos
Un abrazo y enhorabuena por este último
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