jueves, 12 de junio de 2008

Una noche, tu cuerpo


Nos fundimos en miles de abrazos,

Me extravío en las líneas de tu cuerpo.

Recorro las distancias hasta tus labios

Que se han vuelto inexpugnables e infinitos.


La noche nos espera impaciente: los cipreses

Que languidecen bajo la ventana de la Alhambra

Nos escrutan, perturbados. Ah, ojalá me quisieses,

Joya en mi presente, ojalá un día tus puertas me abras.

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